¿Cuáles son los riesgos de llevar un piercing en la lengua?

Los piercings en la lengua chocan contra los dientes y encías y pueden provocar daños en el diente, problemas periodontales e infecciones. Los choques generan microrroturas en las piezas dentales, aumentando la sensibilidad dental y haciendo que la estructura del diente pueda fallar.

En cuanto a las encías, el roce con el metal o plástico del pendiente provoca inflamación y sangrado.

Además, la perforación en la lengua que genera el piercing abre una puerta para que las bacterias que habitan en la boca de penetren en los tejidos.

A continuación, explicamos con mayor profundidad estos peligros.

 

Riesgos de llevar un piercing en la lengua

Los piercings pueden perjudicar la salud bucodental de diferentes formas:

 

Daño directo a los dientes

Los piercings en la lengua (y también los que se colocan en los labios o las mejillas) pueden causar daños físicos a los dientes y las encías. El contacto constante entre el piercing y los dientes puede desgastar el esmalte dental, provocar fracturas o astillas, e incluso causar la pérdida de piezas dentales.

 

Desgarros

Los desgarros son una complicación de los piercings en la lengua que nunca debería olvidarse. Cuando la perforación no se realiza correctamente o si se coloca joyería inadecuada, existe un riesgo mayor de que el piercing se enganche en objetos externos (cepillos de dientes, prendas de vestir, etc.) o directamente en los alimentos. Esto puede provocar desgarros en la lengua, los tejidos orales circundantes o incluso los labios.

Los desgarros en la lengua pueden ser dolorosos y requerir atención médica para detener el sangrado y reparar la lesión. En función de la gravedad, podría ser necesario suturar la herida o incluso recurrir a la cirugía para corregir los daños y facilitar una adecuada cicatrización.

Infecciones

La boca está llena de bacterias, y los piercings orales (en lengua, labios o mejillas) aumentan el riesgo de sufrir infecciones. Las heridas causadas por la perforación o por algún tipo de desgarro que tenga lugar pueden infectarse, provocando inflamación, dolor o dificultades para comer y hablar. También puede haber complicaciones graves, como abscesos.

Dificultades al hablar o masticar

Un piercing en la lengua puede perjudicar la capacidad de hablar y masticar correctamente. Al chocar con los dientes puede dificultar la pronunciación de ciertos sonidos. Además, puede interferir con la función normal de la lengua durante la masticación y la deglución, lo que puede causar dificultades en la alimentación.

 

Daño nervioso

Ponerse un piercing en la lengua implica riesgos de daño nervioso en el momento de la perforación (sobre todo si el procedimiento no se realiza bien) y también en el caso de que haya algún desgarro o infección importante.

El daño nervioso puede provocar alteraciones en la percepción de los sabores y/o disminución del sentido del gusto como consecuencia de la destrucción de las papilas gustativas y los nervios que transmiten las señales al cerebro para que éste identifique los sabores.

 

Problemas de salud periodontal (de las encías)

La fricción del piercing contra las encías puede causar daño gingival, inflamación y recesión gingival. Además, puede dificultar la limpieza adecuada de los dientes y las encías, lo que aumenta el riesgo de acumulación de placa bacteriana y enfermedad periodontal, con todo lo que ello implica en cuanto al riesgo de pérdida de piezas dentales y deterioro de salud de la boca, así como del resto del organismo.

 

Vigila con especial cuidado la salud de tu boca

Si llevas un piercing aun conociendo los riesgos que implica para la salud de tu boca, es especialmente importante que cuides diariamente tu higiene bucodental, no faltes a las revisiones periódicas con tu dentista y pidas cita cuanto antes en el caso de que observes algunos de los problemas señalados.

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